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La Terapia Gestalt

La Terapia Gestalt es una corriente de la Psicología Humanista, que busca la máxima realización de la persona a través del trabajo con nuestro potencial interno, para desarrollar un proceso evolutivo satisfactorio en la vida, en conexión con nuestro interior y en relación con los demás.

La Terapia Gestalt apuesta por el reencuentro con los propios recursos internos de la persona, abordando las dificultades personales partiendo de la idea holística del ser humano, es decir, teniendo en cuenta tanto lo físico, psicológico, social como espiritual.

El ser humano construye su identidad a través de diferentes momentos de cambio, y se conquista a sí mismo escuchándose, aceptando sus aspectos personales, aprendiendo a colocar los límites al otro, contactando con sus necesidades profundas. De esta forma comprendemos la manera en que nos relacionamos y los mecanismos automatizados que usamos sin darnos cuenta.

No atender nuestras necesidades de amor, seguridad y libertad, es la principal causa de nuestro malestar, y en la medida en que nos hacemos responsables de nuestros propios sentimientos, pensamientos y acciones, obtenemos el poder de dirigir y modificar nuestras vidas.

El trabajo psicoterapéutico se centra en averiguar junto con la persona, qué formas de pensamiento y de contacto consigo misma, y con el entorno, le han llevado a desarrollar una dolencia determinada (depresión, ansiedad, fobias, adicciones, etc.) o un grado de sufrimiento suficientemente alto cómo para interferir en su vida cotidiana.

La psicoterapia nos ayuda a darnos cuenta de estos patrones ampliando la conciencia de nosotros mismos a partir de lo que sentimos por medio de técnicas y ejercicios de contacto en el aquí y ahora. Por lo tanto, el trabajo terapéutico se desarrolla básicamente en el momento presente del individuo, ya que es el punto donde se produce el conflicto.

La Terapia Gestalt entiende el proceso terapéutico como el camino que transcurre desde el Apoyo Externo (depender de la aprobación de los demás) hacia el Autoapoyo (responsabilizarse de las propias decisiones), por lo que el objetivo final de esta terapia es devolver a la persona el soporte personal que ha ido perdiendo a lo largo de su vida y que le ha llevado a una crisis y/o a un trastorno en la actualidad.